martes, 22 de septiembre de 2009

LOS SACERDOTES CLAMAN POR LA LIBERTAD DE LOS CINCO

Nota de Prensa

Durante la jornada del año 2007 de solidaridad con los cinco antiterroristas cubanos prisioneros e injustamente condenados en EEUU, el Grupo Sacerdotal Dom Helder Cámara y otros sacerdotes –sumamos en aquella ocasión 20 sacerdotes– emitimos una Nota de Prensa en la que nos solidarizamos y nos propusimos orar para que la justicia prevaleciera y estos cinco hermanos, libres, retornaran a su tierra con los suyos: así lo reclaman sus derechos.
Dos años después contemplamos con asombro, cómo su situación jurídica se agudiza. Seguros de que Dios oye nuestra oración, esta experiencia nos avisa de cuánto es capaz el corazón de hombres perversos de endurecerse igual que aquellos tiempos de Moisés en Egipto (Cfr. Éxodo 11, 10), cosa que acontecía para que la gloria de Dios se manifestara con claridad a favor de su pueblo.

La razón y la justicia que favorecen a los cinco héroes cubanos van expandiéndose por todos los pueblos cuales plagas egipcias que advierten a la fuerza imperial su decadencia.
El pueblo norteamericano va, poco a poco y a pesar del silencio mediático que se ha querido imponer sobre el caso de los cinco y las arbitrariedades que lo caracterizan, conociendo la verdad. Y no soportará la vergüenza de saber que su justicia, sus autoridades y la oligarquía que domina a los que gobiernan en EEUU, están mostrando el más monstruoso rostro de terror.
Es un pueblo de antiterroristas que va descubriéndose dominado por un grupo de terroristas capaz de enseñar al mundo sus dobleces denunciadas ya por Bolívar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad.” José Martí quiso impedir que los Estados Unidos se expandieran por América y, nuestro Juan Pablo Duarte protestó contra quienes sugerían la anexión de la patria a los Estados Unidos.

Harto conocidas son las arbitrariedades que se han cometido con los cinco y sus familias, y, a través de ellos, con el pueblo cubano; pero no huelga señalar la nefasta decisión de la Suprema Corte de Justicia el 13 de Junio de 2009 de no revisar el caso de los cinco como solicitaran los abogados de la defensa, frustrando toda esperanza jurídica de que la justicia estadounidense se honre declarando no culpables a aquellos, que sin culpas probadas, han sido condenados tan arbitrariamente.
Sin embargo, como para aparentar cierto matiz de “justicia”, nos dejan como pírrico paliativo, la esperanza de revisar las condenas de Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort y re-sentenciarlos a condenas menos arbitrarias.
Los Estados Unidos muestran, con el caso de los cinco, una justicia caprichosa que evidencia los falsos postulados de una justicia modelo para el mundo como siempre han pretendido exhibir.

Los cinco se mantienen firmes. Dan muestras estoicas de sacrificios por su patria y sus ideales. No se han dejado doblegar por chantajes, presiones, torturas y, hasta por altos sobornos.
Nosotros, en correspondencia a su firmeza y por solidaridad cristiana, mantendremos la lucha para que el mundo siga conociendo la colosal injusticia que se comete contra ellos; y seguiremos elevando plegarias al cielo para que Dios oiga el clamor de tantos hombres y mujeres (organizados en comités de solidaridad con los cinco) deseando y demandando el cese de los atropellos políticos contra Cuba manifestados en la injusta prisión de estos cinco heroicos luchadores contra el terrorismo.
La lucha se mantiene en el campo político y a través de los medios alternativos hasta conseguir que, como el juez injusto de la parábola de Jesús hizo justicia a la viuda (Cfr. Lucas 18, 1-8), la autoridad imperial (entiéndase el presidente Obama) haga justicia dejando en libertad a los cincos hermanos y héroes cubanos.

Firman:

Por el Grupo Sacerdotal Don Helder Cámara:

P. Leonardo Adames (Parroquia “La Sagrada Familia”, San Francisco de Macorís)
P. Ramón Alejo de la Cruz (Parroquia “San Vicente de Paúl”, San F. de Macorís)
P. Ramón Abreu (Parroquia “Espíritu Santo”, La Vega)
P. Ramón Rogelio de la Cruz (La Vega)
P. Carlos Piantini (Montecristi)
P. Rafael A. Columna Cáceres (
P. Ramón Ramos (Fantino, Cotuí)

También otros sacerdotes:

P. Vicente Mena (Parroquia “San Ramón”, La Entrada, Cabrera)
P. Luis Rafael Duarte Pérez (Parroquia “S. Juan Bautista, Pimentel)
P. Damián Sánchez Díaz (Parroquia “La Inmaculada, San Francisco de Macorís)
P. Martín Tirapu (Parroquia “Santa Rosa de Lima”, San F. de Macorís)
P. Alfonso del Orbe (Parroquia “San Lucas Evangelista”, El Abanico, Villa Riva)
P. Andrés Hernández (Parroquia “Espíritu Santo”, San Francisco de Macorís)
P. Ramón Aridio Vicioso (Parroquia Santiago Apóstol, Nagua)
P. Paulino Peña Paredes (Oscar) (Parroquia San Pablo Apóstol, San F. de Macorís)
P. Alejandro Alguido (Parroquia “San Isidro Labrador”, Castillo)
P. Raúl Elveña (Parroquia “San Isidro Labrador”, Castillo)
P. Rigoberto Ramora (Parroquia “Nuestra Señora de Fátima”, San F. de Macorís)
P. Marcelino Miliano A. (Parroquia “La Altagracia”, Hostos)
P. Leonardo Roa Torres (Parroquia “San Miguel Arcángel, Las Gordas, Nagua)P. José Orlando Francisco Frías (Parroquia “La Altagracia”, Río S

miércoles, 16 de septiembre de 2009

POR EL CRIMEN DE SER DIGNOS, A LA CARCEL!!!!

Los Cinco: Once años de impudicia norteamericana.
Por Alfredo Boada Mola (*)
La Habana, (PL) Sin haber cometido ningún crimen ni causar perjuicio al pueblo estadounidense, hace 11 años que los cubanos Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González están presos en Estados Unidos.
Los Cinco, como los identifica la campaña internacional a favor de su liberación, fueron apresados en la madrugada del 12 de septiembre de 1998 y luego condenados por el solo hecho de impedir planes criminales de grupos terroristas que operan libremente desde territorio norteamericano contra Cuba.
Para los cubanos, la causa de sus cinco compatriotas antiterroristas se sustenta en el derecho que les asiste a defenderse de los múltiples ataques organizados desde el país norteño contra su pueblo.Por medio siglo Washington ampara desde el estado de la Florida una amplia red terrorista para derrocar la Revolución iniciada en 1959.
El gobierno de Estados Unidos los recluta, arma, entrena, financia, alienta y protege.
Con vistas a organizar su defensa, los cubanos tuvieron necesidad de conocer los planes de sus enemigos para anticipar actos terroristas y agresiones que han causado la muerte hasta hoy de unas tres mil 500 personas y más de dos mil heridos.
Entre bloqueo económico, aislamiento diplomático, sabotajes, incendios, asesinatos, guerra química y bacteriológica y otras formas de terror, en marzo de 1960 agentes de la CIA explotaron el buque francés "La Coubre" en el puerto de La Habana, sabotaje que mató a 101 personas incluyendo seis marinos franceses.
El 6 de octubre de 1976 los connotados terroristas internacionales Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y dos mercenarios venezolanos estallaron un avión civil en pleno vuelo con 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos a bordo.
En 1997 una ola criminal contra hoteles y otras instalaciones habaneras mató al turista italiano Fabio Di Celmo.
Contra seres humanos, plantas y animales de la Isla se practicó el terrorismo bacteriológico, que ha afectado a más de 344 mil personas, con saldo de 158 muertos, entre ellos 101 niños.
Más de 600 intentos de asesinato fueron preparados contra el líder de la Revolución, Fidel Castro.No obstante ser reconocidos héroes por quienes fueron salvados de posibles atentados o sabotajes, los Cinco fueron sancionados a duras penas en un proceso ilegítimo, carente de objetividad y garantías, celebrado en Miami, donde es imposible obtener un jurado imparcial para cualquier caso vinculado con Cuba.
Mientras los grandes medios de información norteamericanos omiten este caso, los Cinco antiterroristas cubanos cumplen largas sentencias en cárceles estadounidenses.
Hernández recibió dos cadenas perpetuas más 15 años; Guerrero y Labañino sendas cadenas perpetuas más 10 y 18 años respectivamente; mientras Fernando González fue sancionado a prisión por 19 años y René González sentenciado a 15 años.
Separados y colocados en cárceles de alta seguridad, han sufrido inhumanas condiciones carcelarias, incluso celdas de castigo.
A dos de ellos se les negó la visita de sus esposas, en violaciones de leyes norteamericanas y normas internacionales.Sobre los Cinco fue vertido todo el odio irracional de la contrarrevolución de Miami y del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Permanecen presos a pesar de que el 9 de agosto de 2005 un panel de la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito de Atlanta revocó por unanimidad las condenas y declaró ilegal y arbitrario el proceso.Los jueces explicaron que el prejuicio existente en Miami, lugar donde son fraguadas innumerables acciones terroristas contra Cuba por grupos contrarrevolucionarios, impidió la realización de un juicio justo.
Establecieron que uno de los problemas de esa sede es la existencia de agrupaciones terroristas, y los mencionaron por su nombre: Alfa 66, Comandos F-4, Fundación Nacional Cubano Americana y Hermanos al Rescate, entre otros.Una declaración del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que constató las violaciones durante el arresto y encarcelamiento de los Cinco, exigió la liberación inmediata en mayo de 2005.
El equipo de la ONU sentenció que el juicio no tuvo la objetividad e imparcialidad que norman las propias leyes norteamericanas y las convenciones internacionales.
Los Cinco estuvieron confinados en solitario durante 17 meses, privados de comunicación con sus abogados y reducidas las posibilidades de su defensa.
Sin embargo, en una decisión considerada por expertos en jurisprudencia como infame e insólita, la Corte de Atlanta reconsideró el fallo emitido en 2005, justo a un año de su decisión unánime de anular el juicio y revocar las condenas.
Y a pesar del reclamo de más de 300 comités de solidaridad en todo el mundo por la libertad de los Cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, el caso continúa como un asunto de corte político para las sucesivas administraciones de ese país, incluyendo la actual.(*)

El autor es periodista de la Redacción Digital de Prensa Latina.rr/et/abm PL-9