Los Cinco: Once años de impudicia norteamericana.
Por Alfredo Boada Mola (*)
La Habana, (PL) Sin haber cometido ningún crimen ni causar perjuicio al pueblo estadounidense, hace 11 años que los cubanos Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González están presos en Estados Unidos.
Los Cinco, como los identifica la campaña internacional a favor de su liberación, fueron apresados en la madrugada del 12 de septiembre de 1998 y luego condenados por el solo hecho de impedir planes criminales de grupos terroristas que operan libremente desde territorio norteamericano contra Cuba.
Para los cubanos, la causa de sus cinco compatriotas antiterroristas se sustenta en el derecho que les asiste a defenderse de los múltiples ataques organizados desde el país norteño contra su pueblo.Por medio siglo Washington ampara desde el estado de la Florida una amplia red terrorista para derrocar la Revolución iniciada en 1959.
El gobierno de Estados Unidos los recluta, arma, entrena, financia, alienta y protege.
Con vistas a organizar su defensa, los cubanos tuvieron necesidad de conocer los planes de sus enemigos para anticipar actos terroristas y agresiones que han causado la muerte hasta hoy de unas tres mil 500 personas y más de dos mil heridos.
Entre bloqueo económico, aislamiento diplomático, sabotajes, incendios, asesinatos, guerra química y bacteriológica y otras formas de terror, en marzo de 1960 agentes de la CIA explotaron el buque francés "La Coubre" en el puerto de La Habana, sabotaje que mató a 101 personas incluyendo seis marinos franceses.
El 6 de octubre de 1976 los connotados terroristas internacionales Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y dos mercenarios venezolanos estallaron un avión civil en pleno vuelo con 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos a bordo.
En 1997 una ola criminal contra hoteles y otras instalaciones habaneras mató al turista italiano Fabio Di Celmo.
Contra seres humanos, plantas y animales de la Isla se practicó el terrorismo bacteriológico, que ha afectado a más de 344 mil personas, con saldo de 158 muertos, entre ellos 101 niños.
Más de 600 intentos de asesinato fueron preparados contra el líder de la Revolución, Fidel Castro.No obstante ser reconocidos héroes por quienes fueron salvados de posibles atentados o sabotajes, los Cinco fueron sancionados a duras penas en un proceso ilegítimo, carente de objetividad y garantías, celebrado en Miami, donde es imposible obtener un jurado imparcial para cualquier caso vinculado con Cuba.
Mientras los grandes medios de información norteamericanos omiten este caso, los Cinco antiterroristas cubanos cumplen largas sentencias en cárceles estadounidenses.
Hernández recibió dos cadenas perpetuas más 15 años; Guerrero y Labañino sendas cadenas perpetuas más 10 y 18 años respectivamente; mientras Fernando González fue sancionado a prisión por 19 años y René González sentenciado a 15 años.
Separados y colocados en cárceles de alta seguridad, han sufrido inhumanas condiciones carcelarias, incluso celdas de castigo.
A dos de ellos se les negó la visita de sus esposas, en violaciones de leyes norteamericanas y normas internacionales.Sobre los Cinco fue vertido todo el odio irracional de la contrarrevolución de Miami y del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Permanecen presos a pesar de que el 9 de agosto de 2005 un panel de la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito de Atlanta revocó por unanimidad las condenas y declaró ilegal y arbitrario el proceso.Los jueces explicaron que el prejuicio existente en Miami, lugar donde son fraguadas innumerables acciones terroristas contra Cuba por grupos contrarrevolucionarios, impidió la realización de un juicio justo.
Establecieron que uno de los problemas de esa sede es la existencia de agrupaciones terroristas, y los mencionaron por su nombre: Alfa 66, Comandos F-4, Fundación Nacional Cubano Americana y Hermanos al Rescate, entre otros.Una declaración del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que constató las violaciones durante el arresto y encarcelamiento de los Cinco, exigió la liberación inmediata en mayo de 2005.
El equipo de la ONU sentenció que el juicio no tuvo la objetividad e imparcialidad que norman las propias leyes norteamericanas y las convenciones internacionales.
Los Cinco estuvieron confinados en solitario durante 17 meses, privados de comunicación con sus abogados y reducidas las posibilidades de su defensa.
Sin embargo, en una decisión considerada por expertos en jurisprudencia como infame e insólita, la Corte de Atlanta reconsideró el fallo emitido en 2005, justo a un año de su decisión unánime de anular el juicio y revocar las condenas.
Y a pesar del reclamo de más de 300 comités de solidaridad en todo el mundo por la libertad de los Cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, el caso continúa como un asunto de corte político para las sucesivas administraciones de ese país, incluyendo la actual.(*)
El autor es periodista de la Redacción Digital de Prensa Latina.rr/et/abm PL-9
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